El Mercado Cubierto

UN LUGAR,TANTAS HISTORIAS...

En la esquina de la plaza pintoresca de la iglesia monolítica, el Mercado cubierto hoy alberga a los visitantes que se protegen de la lluvia o del sol, pero esconde una historia mucho más antigua.

Sus arcadas de bóveda de cañón y sus molduras góticas prolongaban, en la Edad Media, el mercado que se situaba en la actual plaza de la iglesia monolítica, ya que allí tenía lugar el comercio del cereal. Para proteger la cosecha de roedores y del clima, había listones de madera que se encajaban en los agujeros visibles aún en grandes aperturas. También había celemines, medidas de grano tallados en piedra, incluyendo un ejemplar conservado en la capilla de la Trinidad* o en el claustro de la Colegiata.

En 1199, Juan Sin Tierra, por entonces rey de Inglaterra y duque de Aquitania, firmó la Carta del Falaise, ofreciendo la independencia y privilegios a ese territorio. La Jurisdicción de Saint-Emilion estaba bien definida y gestionada por un concejo municipal: la Jurade. La sede de poder de la Jurade durante varios siglos fue la Torre del Roy, pero en el siglo XVIII, se decidieron trasladar al mercado cubierto. Al celebrar reuniones públicas en el corazón de la ciudad, los concejales disfrutaron de una vista perfecta del mercado, y de los criminales potenciales. También se dice que la pequeña puerta de madera, al pie de la escalera servía de calabozo...

Informaciones

Disponible durante todo la visita guiada "Saint-Emilion Subterranea".

 



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